sindrome cruzado superior e inferior

Síndrome cruzado superior e inferior

Síndrome cruzado superior e inferior

sindrome cruzado superior e inferior

Como podéis ver en la imagen, tener la cabeza adelantada o echada hacia delante no solo nos afecta al cuello o parte superior de la columna por el aumento de carga, sino que genera una alteración completa de cómo el cerebro percibe nuestro cuerpo, creando un patrón muy conocido por la mayoría aunque nunca os lo hayan explicado.
Este patrón, se llama síndrome cruzado, y da lugar a muchos de los síntomas que tenemos habitualmente.

Así que hoy hemos decidido explicar por qué se produce este síndrome, qué hace nuestro cerebro con esta información, cómo se refleja en todo el cuerpo y qué podemos hacer.

Para ellos debemos explicar que dentro de los grupos musculares no todos tienen la misma forma de trabajar y no consiste en tenerlos fuertes o débiles, sino que el cerebro les de la señal de trabajar para lo que están diseñados. Vamos a explicaros dos principales: los músculos posturales y los músculos fásicos.

Los músculos posturales son los encargados de mantener la forma (postura del cuerpo), son músculos que tienen tendencia a la rigidez para intentar mantener la estructura de nuestro cuerpo lo más estable posible en caso de desequilibrio, por esto cuando estos músculos están tensos (contracturados) esto nos indica que el problema no está ahí, sino que el cerebro le esta mandando la orden de contraerse para “ayudar” a estabilizar.

Los músculos posturales son por ejemplo: trapecio superior, erectores de la espalda, isquiotibiales o aductores del muslo. ¿Os suena tener los trapecios tensos? ¿O lesiones por sobrecarga en los isquitibiales? ¿Tensión en la zona profunda de la espalda y pérdida de flexibilidad? Esto son solo ejemplos pero hay muchos más, por eso las disfunciones en nuestra columna no se pueden trabajar por partes, ni podéis “relajar” un músculo de este grupo trabajando sobre él,  sino que tenemos que ver que es lo que está intentando estabilizar, devolver el equilibrio y el mismo cerebro se encargará de mandarle la orden de que se relaje.

El otro grupo del que vamos a hablar son los músculos fásicos, son los encargados de movernos, de mantener una biomecánica “equilibrada”, y su principal función es activarse o inhibirse, es decir por mucho que lo fortalezcas si está inhibido no va a trabajar. Algunos de estos músculos son: abdominales, glúteos, infraespinoso, deltoide, tibial anterior, etc…
¿Cuántas veces nos machacamos trabajando estos músculos y no vemos  resultado? Vemos deportistas que trabajan muchísimo esta musculatura y aún así vienen a la consulta y tienen estos músculos débiles, ¿cómo puede ser? Por qué nuestro cerebro ha inhibido esta función, por lo que tenemos que buscar la manera de activarlo y luego fortalecerlo nos ayudará a mantenerlo, pero sin un análisis previo no veremos los resultados esperados ni recuperaremos el equilibrio.

El síndrome cruzado es muy común, debido a nuestro estilo de vida realizamos muchas actividades con la cabeza en flexión y echada hacia delante, y se produce lo que vemos en la imagen, dando lugar a muchísimos síntomas como:

Tensión en la zona de los hombros, dolor cervical, pesadez de cabeza, dolor de cabeza, rigidez de columna, abdomen flácido, múltiples problemas de hombros, tendinistis del supraespinoso, dolor escapular, lesiones haciendo deporte en idquios, tibial anterior, abductores, pubalgias, lumbalgia y un sin fin de problemas.

Pero el síndrome cruzado es solo un ejemplo de  lo que pasa en nuestro cuerpo con estos mecanismos y nuestros estilo de vida, pero con lo que hemos explicado anteriormente se generan patrones infinitos de problemas en nuestro cuerpo que debemos analizar.

Por esto es importante que entendamos que el cuerpo trabaja como un todo y por eso hay que verlo así, sino no podemos ver donde están las subluxaciones primarias pudiendo corregir el origen del problema y no intentar quitar síntomas que volverán una y otra vez.

Siempre explicamos que los músculos no tienen vida propia, y forman parten de un sistema que está constantemente buscando el equilibrio, por eso la quiropráctica trabaja con el sistema nervioso, localizando las interferencias y bloqueos para que recuperemos esta estabilidad y sobretodo vivamos en un estado en el tengamos la capacidad de adaptarnos a los estreses que nos vengan.

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