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Dolor de espalda, ya me han dicho lo que tengo, ¿qué significa?

Dolor de espalda, ya me han dicho lo que tengo, ¿qué significa?

Los dolores musculoesqueléticos y sobre todo el dolor lumbar son desde hace muchos años unas de las primeras causas de baja laboral en España y también uno de los motivos principales de consultas sanitarias. La medicina ha avanzado mucho, pero los resultados de estas dolencias no han mejorado ni a corto ni a largo plazo, sino todo lo contrario. Con la quiropráctica muchas personas sienten alivio en el dolor de espalda porque no tratamos la zona de dolor, sino la causa del mismo.

¿A qué se debe que el tratamiento y pronóstico del dolor lumbar no hayan avanzado en décadas? Probablemente sea porque no se está mirando el problema como lo que es, un problema global, de múltiples causas y muy distintas variaciones. Desde que tenemos acceso a pruebas de imagen muy avanzadas, en las que se puede apreciar la zona de dolor cada vez con más detalle y precisión, lo podemos ver prácticamente todo.

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Cuando alguien tiene dolores de espalda se le pide una radiografía y luego una resonancia, esperando que nos den la respuesta a nuestro problema, que suele ser hernia de disco o degeneración (artrosis) pero, si tenemos las técnicas de imagen más avanzadas y podemos evaluar la zona de dolor, ¿por qué no nos sirven para mejorar el tratamiento? ¿Es esto fiable? Los datos demuestran que no, que está muy lejos de ser una herramienta que nos ayude en la mayoría de los pacientes, te explicamos por qué. 

Hay decenas de estudios que han demostrado que entre el 40% y el 75% de los pacientes SIN dolor lumbar tienen hernias de disco. Y el 30% tiene más de una. Lo repetimos: al menos la mitad de las personas que no han tenido dolor de espalda (que son menos del 20% de la población) tienen hernias discales. Este dato, que ya es llamativo de por sí, nos dice mucho más, nos dice que cuando buscamos la causa de nuestros problemas y encontramos una hernia discal puede que esta no sea la causa de nuestros dolores, sino un síntoma más de que nuestra columna no esté trabajando correctamente. 

Se habla mucho de los discos intervertebrales, pero ¿cómo son? ¿Para qué sirven? 

Los discos son unas estructuras con consistencia de gel muy muy resistente. A pesar de que la mayoría tengamos los discos tocados, aún no se ha conseguido (y llevamos décadas intentándolo) crear ningún material que pueda resistir una presión parecida a la que soportan nuestros discos en la columna

Los discos son un 80-90% de agua, con lo que un cuerpo deshidratado también hace que nuestros discos lo puedan estar. Pero a veces, aunque bebamos mucha agua, nuestros discos están deshidratados y aparecen con un color gris oscuro en la resonancia que nos lo indica. 

¿Por qué se deshidratan? Porque los discos no tienen vascularización, es decir, no le llegan ni arterias ni venas que les lleven el agua y demás nutrientes, sino que se ‘hidratan’ por un sistema que se llama imbibición, que es un bombeo intercambiando fluidos por el movimiento. Por lo que si un disco está deshidratado lo primero que nos indica es que esa zona no se mueve bien, está bloqueada. 

Un disco que pierde su ‘altura’ y su consistencia no puede realizar su principal función, amortiguar las cargas. Cuando esto se produce durante años se va dañando y al final se produce la primera fase de la hernia discal, la profusión. Si no se cambia nada es cuestión de tiempo que vaya avanzando hasta una hernia más grande llegando a una extrusión discal

¿Por qué te contamos esto? Si hemos dicho que las hernias son ‘normales’ y que no son la causa principal de los dolores de espalda. Desde Quirosum te lo explicamos. Que la mayoría de la población tenga problemas en los discos no significa que sea normal, sino común. Y tener un disco mal no da igual, nos indica que la columna no está funcionando bien, es decir, es un síntoma más del problema, no la causa de él. Por eso cuando alguien tiene dolores de espalda, no hay que buscar el problema de forma aislada, sino estudiar el funcionamiento de ese cuerpo y ver qué está pasando, qué es lo que nos ha llevado ahí. 

Esto es un análisis complejo y con innumerables variables, ya que cada cuerpo es único y se ha compensado de manera única. Es por eso que no podemos encasillar a las personas en diagnósticos. Aunque estos nos ayuden, tenemos que ver el conjunto, verlo como un todo y restablecer su funcionamiento para que su columna recupere su equilibrio.

Esto es lo que hacemos los quiroprácticos. Por eso cuando la gente acude a nuestra consulta porque a X persona que vino le hemos curado su hernia discal, siempre decimos lo mismo: nosotros no curamos las hernias, la quiropráctica elimina las interferencias de nuestro cuerpo para que este recupere su vitalidad y con ellos los dolores suelen desaparecer.  

Otra creencia que ha cambiado con las pruebas de imagen es que las hernias de disco se curan. Los estudios muestran que entre el 50-80% del tejido herniado se reabsorbe y eso sin tener en cuenta ningún tratamiento.

Leyendo esto seguro que has pensado en ese familiar o amigo al que le suele doler la espalda: la quiropráctica puede ayudar en los dolores de espalda, pero lo más importante de esta información es que entendamos que ni lo que sale en las pruebas ni el dolor son signos de que empezamos a tener la espalda mal. Estas cosas aparecen después de años de desequilibrio de la columna y por eso debemos cuidarla siempre, desde que nacemos, mucho antes de que los problemas aparezcan. Recuerda que es mucho más fácil mantener la salud que salir de la enfermedad.

 

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Cólico del lactante: qué es, cuáles son las causas y qué podemos hacer

Cólico lactante: cuáles son las causas y cómo puede ayudar la quiropráctica

El cólico del lactante es probablemente la causa no patológica que más amarga a las familias durante los primeros meses de vida de un bebé. Se calcula que aproximadamente un 20% de los bebés y sus familias lo sufren, pero ¿qué es?, ¿por qué pasa? y ¿cómo puede ayudar la quiropráctica?

El cólico del lactante se define como el episodio de llanto repentino, con rigidez del tronco o de extremidades (hipertonía), de predominio por la tarde-noche e inconsolable, es decir, que aún cogiendo al niño en brazos, no se calma, no se consuela. Esto último es importante porque nos hemos encontrado casos en los que el bebé llora sin consuelo pero se calma al cogerlo y esto es una respuesta absolutamente normal a la necesidad de apego que nada tiene que ver con lo que estamos hablando.

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El cólico del lactante suele empezar a los 10-15 días de nacimiento, esto se debe a que durante los primeros días el sistema nervioso del bebé está en letargo, es cuando todo el mundo dice, “mi bebé es Maravilloso, solo come, hace caca y duerme”. A partir de los 15 días tras el nacimiento, es cuando el sistema nervioso del recién nacido comienza a modular su estado (de alerta o reposo) dando lugar a distintos síntomas.

El cólico del lactante es la principal razón de llamada de urgencia a nuestra consulta. Las familias llaman desesperadas porque su pediatra les ha dicho que el bebé está bien, pero no duermen, no descansan y no saben cómo ayudar al niño.

Aunque aún se considera de causa desconocida o se atribuye a la inmadurez digestiva del bebé, para nosotros el cólico del lactante sí tiene una causa predominante: el sistema nervioso del bebé está en estado de alerta.

Como explicamos en el artículo anterior, el sistema nervioso se divide en simpático y parasimpático. Si repasamos los estados de cada sistema, vemos que el estado simpático aumenta el tono muscular (hipertonía), altera la digestión, produce estreñimiento, etc. Por tanto, los bebés con cólicos no son más que bebés que sufren un sistema nervioso que no les deja estar en reposo.

El por qué se produce este estado es desconocido, pero sabemos que hay factores que pueden estar implicados en su aparición:

  • Factores socioeconómicos, ansiedad materna, padres primerizos con cansancio extremo…
  • Alteración de la microbiota intestinal. La microbiota intestinal del niño con cólicos severos es distinta en algunos aspectos a la de los niños sin cólicos. Esto se debe, entre otras cosas, al uso de antibióticos en el proceso de peri-parto. Por eso la recomendación de probióticos está aconsejada ya que no tiene ningún efecto adverso.
  • Tipo de parto. Los casos de cólicos son más frecuentes en cesáreas y partos instrumentalizados porque causan estrés sobre el sistema músculo-esquelético y, por lo tanto, al sistema nervioso.
  • Estreñimiento. Hay autores que describen el cólico como ‘la existencia de una hipertonía transitoria del esfínter anal originando ondas contráctiles del intestino grueso intensas y dolorosa’. Esta es una descripción que aporta luz a lo que llevamos años diciendo, ya que significa tener el ano contraído. ¿Qué os recuerda un mamífero con el ‘culo cerrado’? A un estado de miedo nervioso

Al analizar los casos de mayor incidencia, comprobamos que todos ellos coinciden en un mayor estado de estrés/miedo en el entorno familiar, consciente o inconsciente. Hoy en día el proceso del nacimiento y todo lo que conlleva nos genera muchos miedos. Vivimos en una sociedad donde las madres hemos perdido la seguridad de ser capaces de parir y lo delegamos en un sistema médico entrenado para solucionar los problemas. Nuestro YO de mujer desaparece en parte con las renuncias que conlleva el postparto (esto daría para un libro entero) y a su vez la situación psicoemocional del postparto es muy dura.

Por eso la quiropráctica ayuda tanto con el cólico del lactanteCon ajustes quiroprácticos específicos devuelve al bebé a un estado de reposo (parasimpático) donde los síntomas asociados disminuyen o desaparecen. Si no hacemos nada, el cólico ‘desaparecerá’ a los 3 o 4 meses, pero no la causa y, por tanto, se manifestará de otras maneras en diferentes fases de la vida.

¿Qué otras cosas pueden ayudar a mejorar los síntomas del cólico?

  • Cualquier cosa que ayude al bienestar familiar mejorará  el estado del bebé y viceversa.
  • Evitar visitas, sobretodo de personas que puedan no aportar a este momento e incluso pongan a la madre/bebé más nerviosos.
  • Pelota de Pilates, si si, ¡lo que oyes! El movimiento calma mucho a los bebés, lo percibimos casi sin pensar, por eso nos ponemos de pie y subimos y bajamos. La pelota nos permite sentarnos y poder “botar” sin cansarnos y cuidando nuestra espalda. Además que es mucho más efectiva. ¡Esto es uno de los mejores descubrimientos que nos agradecen las familias!
  • Lactancia materna, son muchas las razones porque la que las madres deciden o no dar el pecho y eso es algo muy personal. Pero nos encontramos con madres que deciden dejar la lactancia y dar biberón creyendo que la situación puede mejorar, ya que a veces da la sensación que se queda con hambre. En estos casos recomendamos, si la madre quiere, que continúe la lactancia materna, ya que la leche de fórmula es más difícil de digerir y no va a aportar ninguna mejora.

Hay pocas cosas que nos generen más satisfacción en nuestro día a día que ayudar a las familias a disfrutar de la llegada de un bebé y, sobre todo, que el bebé se desarrolle en un estado óptimo.